Unacem Chile participó como patrocinador del XXV Encuentro de Desarrollo Sostenible organizado por Acción Empresas, evento que reunió a más de 600 representantes del mundo empresarial, académico y social, bajo el lema “Nuevo mundo, nuevas reglas: el futuro que podemos reescribir juntos”.

Este encuentro —ya consolidado como el principal espacio en Chile para debatir y movilizar acciones hacia un futuro más sostenible— puso sobre la mesa los desafíos que enfrenta el sector privado en un contexto global marcado por la crisis climática, la disrupción tecnológica y las tensiones geopolíticas.

Desde Unacem Chile, creemos que estos desafíos deben abordarse con una mirada colaborativa, innovadora y con propósito. Por eso, decidimos no solo asistir, sino ser parte activa del diálogo.

Durante la jornada, presentamos la campaña “Sightwalks” (Veredas que guían), desarrollada por Cemento Sol de Unacem Perú, una iniciativa que materializa nuestro compromiso con la accesibilidad urbana y la inclusión social.
Sightwalks es un sistema podotáctil que permite a personas con discapacidad visual reconocer, con su bastón o su pie, la presencia de servicios o negocios cercanos, simplemente tocando la vereda. Una solución concreta para ciudades más seguras, inclusivas y humanas.

El evento fue también un espacio de reflexión profunda. En su presentación, Constanza Pantaleón, gerenta general de Acción Empresas, fue clara: «la verdadera competitividad radica en la sostenibilidad». Innovar, colaborar y transformar no son solo tendencias, son nuevas reglas para el mundo empresarial.

En esa misma línea, referentes como Libardo Buitrago, Verónica Aguayo, Francisco de Lara y Hernán Hochschild compartieron miradas diversas sobre el escenario global, el pensamiento crítico, la cohesión social y el valor de repensar el rol de las empresas en la sociedad.

Unacem Chile reafirma así su compromiso con el desarrollo sostenible, entendiendo que no se trata solo de una meta futura, sino de una forma presente de actuar, decidir y construir.Porque hoy, más que nunca, se espera de las empresas algo más que eficiencia o rentabilidad: se espera propósito, coherencia y capacidad transformadora.